Diariamente tomamos decisiones, algunas son grandes e importantes y otras son decisiones cotidianas. Pero cada decisión que tomamos, nos acerca o nos aleja de lo que queremos en la vida.
Cuando tomamos decisiones, lo hacemos considerando nuestras experiencias o nuestra intuición. Esto significa que constantemente tenemos la necesidad de "dar un vistazo" hacia atrás o hacia adelante, es decir, a nuestro pasado o al futuro que deseamos tener.
Vemos al futuro cuando planeamos, por ejemplo: un viaje, un presupuesto de ingresos o gastos, un evento social, una dieta para bajar de peso, estudiar una profesión, conseguir un empleo, iniciarnos en un deporte o actividad, o alguna meta que queremos lograr.
Vemos al pasado cuando recordamos algún buen o mal momento que experimentamos en la niñez o en la adolescencia y que nos transmite sentimientos de alegría, tristeza, vergüenza, miedo, frustración, satisfacción, orgullo, etc.
Pero, nos hemos detenido a pensar, cuanto tiempo le dedicamos a ver al pasado o al futuro, y si tenemos un balance o equilibrio en este sentido?
Según Víctor Hugo Manzanilla, en su artículo El balance de los tiempos, cuando carecemos de moderación o equilibrio en el uso de nuestro tiempo, se presentan algunos problemas que nos impiden tener una vida plena. Esto podemos notarlo observando como nos sentimos.
Estamos enfocados solo en el pasado:
- Cuando vivimos nuestra vida basada en "los viejos buenos tiempos", es decir, añoramos de que todo vuelva a ser como un día fue. NO nos gustan los cambios.
- Cuando sentimos depresión o amargura.
- Cuando guardamos resentimientos, es decir, nos sentimos enojados con alguien o por algo que experimentamos en cualquier etapa del pasado.
Cuando estamos enfocados solo en el futuro:
- Nos sentimos infelices porque siempre hay una meta que alcanzar, es decir, creemos que seremos felices cuando alcancemos una determinada meta, mientras tanto, hay insatisfacción.
- Somos incapaces de disfrutar del momento presente, por ejemplo: la naturaleza, el clima, los amigos, la familia, etc.
- No descansamos suficiente, algo que con el tiempo, acarrea problemas de salud.
Enfoque en dos tiempos
Podemos tener problemas también si nos enfocamos en dos tiempos. Cuando se vive entre el pasado y el presente:
- Hay falta de visión, y por ende, falta de entusiasmo.
- Falta de metas por miedo al fracaso o a intentar algo nuevo.
- Total rechazo al cambio, por estar acomodados en nuestra zona de confort.
La idea es disfrutar el día de hoy, solo si sucede igual que ayer.
- No se aprende de los errores, porque NO hay reflexión sobre el pasado para mejorar en el futuro.
- Bloqueo de recuerdos de etapas vividas por vergüenza o por ser sucesos que causaron un fuerte dolor.
- Falta de responsabilidad de nuestros errores, en su lugar, culpamos a otros por nuestros problemas.
Como consecuencia, continuamos cometiendo los mismos errores.
Balance o equilibrio
La solución a estos problemas es comprender que hay tres tiempos y que es sano darle espacio a cada uno de ellos en nuestra vida.
El pasado nos regala la oportunidad de reflexionar, de ser honestos con nosotros mismos para ver nuestros errores claramente y aprender de ellos.
Darle espacio al presente nos permite disfrutar del día de hoy y ser felices.
Al pensar en el futuro sentiremos entusiasmo para ponernos metas y lograr nuestros más anhelados sueños, en otras palabras, lograr el éxito en lo que nos enfoquemos.
El tiempo es el recurso más importante que tenemos, es importante aprovecharlo de la mejor manera haceciendo un buen uso del mismo.
"Usa el pasado como un trampolín, no como un sofá, disfruta de las cosas bellas que tienes hoy, y no pierdas la perspectiva del mañana"
Tema desarrollado en mi Curso 1 de sueco nivel preparatoria.
Tema: Balans och obalans
Subtema: Behovet att både blicka framåt och bakåt
Fuentes:
El Balance de los Tiempos - Victor Hugo Manzanilla