Todos los padres, o la mayoría, quieren lo "mejor" para sus hijos. Se esfuerzan para que el hijo tenga lo que ellos no tuvieron y para que haga lo que ellos no pudieron hacer en su niñez o en su juventud.
Es bueno que los padres tengan la madurez para comprender que el hijo no los rechaza, no los deja de amar o respetar y mucho menos los abandona cuando decide tomar sus propias decisiones y pide respeto. Es solo una cuestión de amor propio, de autorespeto y de valentía que él necesita para vivir su propia vida y no "a la sombra" de sus padres.
El despertar de la conciencia
El adolescente naturalmente empieza a cuestionarse sobre las ideas que le fueron transmitidas desde su niñez y de las cuales no se siente convencido. Cuando se convierte en adulto, es importante que haga una introspección y revise el "sistema de creencias" que guían su vida. Es decir, cuales son sus ideas y opiniones acerca de la vida en pareja, el dinero, la salud, la inteligencia, el destino, etc., que aprendió de sus padres y del entorno.
Has escuchado la frase "Vemos la vida como somos"? se refiere a que la interpretación que damos a cada cosa que vemos o escuchamos, la hacemos a partir de nuestras creencias. Lo comparamos con los "archivos" que tenemos en la mente y en base a esto, juzgamos lo que sucede a nuestro alrededor.
Determinamos que es "correcto o incorrecto", de acuerdo a nuestro sistema de creencias. Pero es común que no seamos conscientes de que algunas de estas ideas prefijadas, nos limitan o nos impiden aprovechar todo nuestro potencial.
Mis herramientas
Algo que me sirve de guía para hacer conciencia de mis creencias es observar como está mi vida en cada aspecto, sea económico, sentimental, social, de salud, etc. Si no me gusta lo que veo, será muy bueno analizar como he contribuído para tener ese resultado, cuales son mis ideas y mis acciones en relación a ello.
Las personas más cercanas a mí, también son un reflejo de lo que soy, me rodeo de personas con intereses y valores similares a los míos, con las que me es fácil interactuar. Pero, si pongo atención, me daré cuenta de que es muy valioso detectar lo que no me gusta en los demás, porque probablemente, es algo en lo que tengo que trabajar en mí mismo.
- Libros de superación y biografías de personas exitosas,
- Un profesional de la salud psico-emocional,
- Grupos de autoayuda,
- Algunos grupos religiosos, etc.
Con ellas puedo obtener puntos de vista diferentes al mío, una perspectiva distinta de lo que para mí puede ser complicado. Descubrirlo es un proceso, toma su tiempo, pero es muy gratificante. La recompensa es el autoconocimiento.
La rapidez o lentitud con que se modifiquen o construyan nuevas creencias, dependerá de la voluntad de cada persona para vencer obstáculos como la pereza o el miedo e iniciar con la búsqueda de ayuda y del enfoque que ponga en ello.
Hay personas que han vivido situaciones muy dificiles, tanto que se han visto obligadas a cuestionarse y encontrar respuestas a sus dudas en ese preciso momento, así que el cambio puede darse con mayor rapidez y determinación.
Lo cierto es, que una vez que se toma la decisión de empezar, el universo se encarga de abrir nuevas puertas para quien tiene un deseo ardiente o un propósito en la vida.