El camino de entrada a Öregrund se abre entre el verde del verano, y las pintorescas villas de madera van apareciendo, dándole belleza al paisaje y la bienvenida a los visitantes.
Es justo la hora del lunch cuando llegamos a esta pequeña ciudad de fantasía, un puerto al este de Suecia: Öregrund.
Strandgatan (calle principal) |
Strandgatan |
Telegrafgatan |
Lunch: Stekt strömming |
El espíritu náutico y marinero inundan cada espacio y la frescura impregna la atmósfera.
Öregrund |
Los restaurantes, revestidos con madera en su interior, dan la sensación de haber entrado en un barco antiguo. Anclas, salvavidas y timones cuelgan en las paredes y gruesas sogas son utilizadas para dividir espacios. Cojines y mantas en azul y blanco en las sillas dan un toque marinero y flores en distintos colores, alegría a las terrazas.
Antiguas y enormes anclas se encuentran en ciertos puntos del poblado. Estas dan muestra de la actividad marina y las grandes embarcaciones que han navegado las aguas que rodean Öregrund desde 1491, año en que se fundó el puerto.
Ancla del buque faro no. 23 Västra banken |
El faro en la torre de la cabina y algunas partes del fyrskepp nr 23 Västra banken (buque faro construído en 1901), montados en una monumento de hormigón retratando al barco original, es observado con curiosidad y fascinación. Situado en un punto, desde donde se tiene otra perspectiva del puerto y una hermosa vista, es además centro de reunión de los turistas por su buena ubicación.
Fyrskepp nr 23 Västra banken |
Buque faro no. 23 Västra banken en Öregrund |
Un restaurant muy original, con tres mástiles y telas blancas que simulan un velero, se ubica al lado del buque faro. Mesas en canoas de madera flotando a la orilla del mar y un antiguo velero, Wetsera, son parte también del peculiar restaurant. Al lado, una pequeña tienda de mariscos frescos es otro de los atractivos del área.
Strandnära restaurang |
Canoas en Strandnära restaurang |
Strandnära deli (tienda de pescados y mariscos) |
La pequeña habitación del hotel decorada en azul y blanco; con cortinas y cojines blancos con motivos de corales y plantas marinas; y tapiz, acorde al estilo, con figuras azules en fondo blanco, nos envolvió en el ambiente marítimo.
Cómo sabíamos de la buena cocina de los restaurantes en Öregrund, nos preparamos para la cena y elegimos un restaurant con terraza y vista al mar.
Fläskfilé "Oskar" |
Los graznidos de las gaviotas nos despertaron con el alba al día siguiente, haciéndonos sentir que seguíamos en un fantástico sueño.
Así que, muy temprano, disfrutamos de un fresco y delicioso desayuno en una pequeña terraza del hotel, para continuar con nuestro camino a la Laponia.
Continuará...
Fuentes: